Insertega, que confía en triplicar este año la capacidad de gestión de sus nuevas instalaciones gracias a sus avances en I+D+i, gestionó en 2021 un total de 607 toneladas de prendas de ropa que, de no haber sido transformadas, “hubiesen acabado en vertederos”. Se trata de la primera empresa gallega dedicada en exclusiva a la gestión de residuo textil, que acaba de incorporarse a Viratec y cuyo director general, Juan Meijide, está convencido de que la colaboración entre entidades “es imprescindible en cualquier proyecto”.

 

 ¿Qué ha impulsado a Insertega a integrarse en el Clúster Gallego de Soluciones Ambientales y Economía Circular?

Lo primero, agradecer a Viratec el que haya contado con Insertega para formar parte del Clúster y la acogida que nos habéis dado. El reto que tenemos como gestores es buscar soluciones a un problema que ya está creado; en nuestro caso, el textil. Para ello, debemos colaborar con todas aquellas entidades que tengan el mismo objetivo. Para nosotros, la palabra colaboración es imprescindible en cualquier proyecto, ya que las aplicaciones de nuestros subproductos incluyen la industria textil, automóvil, descanso, construcción, etcétera. En Viratec vimos la posibilidad de sumar sinergias con personas y empresas de Galicia, con las que compartimos objetivos comunes y formas de hacer las cosas. Y esto facilita enormemente la colaboración.

Sois la primera empresa gallega dedicada en exclusiva a la gestión del residuo textil. Gracias por apostar por Viratec y, sobre todo, por vuestro trabajo en materia de sostenibilidad. ¿Cómo surge Insertega?

Insertega surge en el año 2013 con la intención de combinar dos proyectos: el medioambiental, con la especialización en la gestión de residuo textil; y el social, con la creación de empleos entre las personas con mayores dificultades para la inserción laboral, por sus distintas capacidades. Para Insertega, ambos proyectos son igual de importantes y entendemos que todo proyecto empresarial debe de tener un impacto positivo en nuestro entorno. En nuestro caso, el [impacto] social y medioambiental van de la mano.

Teniendo en cuenta que, según datos de la Comisión Europea, cada kilogramo de ropa reutilizado o reciclado evita la emisión de 3,17 kilogramos de CO2 a la atmósfera, ¿podemos afirmar que la gestión sostenible de Insertega evita la emisión de 350 toneladas de dióxido de carbono?

Cogiendo el valor de 3,17 kilogramos de CO2 por cada kilogramo de ropa, avalado por la Comisión Europea, el año pasado [2021] gestionamos 607 toneladas de prendas que hubiesen acabado en vertedero si no las hubiésemos transformado en materia prima para nuevas aplicaciones. Por lo que solamente en este proceso hemos evitado 1.924 toneladas de CO2. El dato es aún mayor si tenemos en cuenta que en la planta de reutilización gestionamos 380 toneladas de prendas en el 2021.

Estamos muy satisfechos con los resultados obtenidos, pero sobre todo con los objetivos de este año 2022, en el cual triplicaremos nuestra capacidad de gestión en las nuevas instalaciones gracias a la fuerte apuesta realizada en I+D+i.

¿Cuál es el proceso de valorización de Insertega para hacer posible que un residuo textil obtenga una nueva vida?

El primer paso es la reutilización. Debemos evitar que prendas que pueden seguir siendo reutilizadas sean transformadas en otros productos. Así, primero impulsamos la reutilización a través de donaciones a los roperos sociales de los ayuntamientos con los que colaboramos, entidades sociales, venta en nuestra tienda social,… Y, una vez que las prendas han llegado a su fin de ciclo, procedemos a transformarlas en materia prima para nuevos procesos como panelados, hilaturas, absorbentes, aglomerados, etcétera. Tratamos de buscar una solución para cada tipo de composición. Esto es lo que hace tan interesante el reciclaje textil, una innovación y desarrollo constante.

La sostenibilidad ha de ser algo transversal, no solo ambiental, sino también económica y social. En Insertega contáis con una estrategia de inclusión social a través de vuestra propia plantilla de trabajadores. ¿Una forma más de cerrar el círculo?

Efectivamente. Debemos ser sostenibles económicamente como empresa al tiempo que buscamos soluciones ambientales sostenibles para los ciudadanos y empresas que nos confían su gestión de residuo textil. Todo ello, intentando que tenga un impacto social en nuestro entorno. Crear un empleo de calidad en un sector tan castigado como el de las capacidades diferentes hace que todo lo anterior tenga mas sentido y cerremos ese círculo.